La poeta leyó su obra en la UdeC, donde cuestionó la llamada poesía de diccionario, que usa metáforas complicadas y palabras complejas y difíciles y que termina por no entenderse.

 

La poeta española Elisa Rueda, durante su charla con alumnos y alumnas de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima y público en general, dijo que, en su caso, “desde la emoción, como un fogonazo, surge la creación”. Por casi una hora, habló de lo que experimenta al escribir poesía y leyó algunos textos de su poemario “Las últimas cerezas”.

Hace seis años estuvo también en esta facultad. En esta segunda ocasión, su visita fue gestionada por Puertabierta Editores. Además de poeta, Elisa Rueda Valenzuela es profesora y actriz nacida en el País Vasco. Tituló su charla “Desde las cerezas a la emoción”.

Durante su amena plática, confesó que cree en el fogonazo como un generador: “Me viene y tengo que apuntarlo inmediatamente, porque desde allí surge la creación”. Así pues, dio lectura a poemas como “La Subida”, “Quinto árbol”, “Zíngara”, “Regla y compás”, en los cuales abordó el tema sociopolítico en España y sobre todo el de la naturaleza.

En su charla, compartió consejos literarios con los y las jóvenes. Les preguntó si leen, si escriben y qué escriben. En consonancia con Virginia Wolf, dijo que para escribir se requiere una habitación propia y seguridad económica (unos peniques). Les recomendó viajar por el mundo, llevar consigo una libreta y reveló que no le gusta el teléfono celular, pero confesó que sí se apoya en las notas y en los mensajes de audio para guardar ideas de escritura.

Compartió que, en lo personal, tiene un compromiso con la voz de mujeres, e invitó a las alumnas asistentes a participar en la lectura de uno de sus poemas.

Destacó que, al escribir, “no se necesita ser soez en la poesía sino sutil, y entonces mencionar todas las palabras que se quieran”. También cuestionó la llamada “poesía de diccionario”, que usa metáforas complicadas y palabras complejas y difíciles y que termina por no entenderse, “no crea conexión o sentimiento con quien la lee”.

Por último, Elisa Rueda expresó que sería un gran honor que sus poemas las animaran a dar un paso diferente, a probar otras formas de escribir: “No se cierren ni piensen que no sirve lo que hacen, guarden todo en libretas con fechas y no olviden que esto no significa que todo es publicable”.

Alumnas y alumnos expresaron comentarios y opiniones a la obra, no precisamente preguntas y respuestas. Incluso un grupo de alumnas de quinto semestre de Letras Hispanoamericanas, que conforman un colectivo denominado Ceniza volcánica, mostraron su poema musicalizado “Nacer mujer”, alojado en YouTube.

Para cerrar el encuentro, la profesora de Letras y Comunicación, Ada Aurora Sánchez Peña agradeció “la sesión íntima y entrañable, con carácter vital, que nos hizo renovar el carácter en la existencia y nos recordó que la riqueza espiritual es la que vale la pena”.

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